El mar no está exento de peligros que, debido a la hostilidad del medio así como la vastedad del espacio que representa, suponen una clara amenaza para las personas y sus intereses.
Las riesgos tienen un sinfín de formas, desde fenómenos meteorológicos hasta acciones hostiles por parte de grupos armados, pasando por los tráficos irregulares de mercancías y personas o accidentes entre embarcaciones.
Es por ello por lo que resulta imperativo disponer de agentes y medios que permitan salvaguardar los intereses de las personas y la seguridad en el mar.
Aquí en España contamos con la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, más conocida como Salvamento Marítimo y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Mención a parte merece la Armada, siendo uno de los máximos exponentes de la tradición y dedicación naval española, llevando a cabo misiones por todo el mundo para asegurar la defensa de los intereses nacionales e internacionales en los mares y océanos. Entre sus tareas podemos encontrar la lucha contra la piratería en el Océano Índico, o la vigilancia contra el terrorismo y el tráfico de seres humanos en el Mediterráneo.