La Ingeniería Naval y Oceánica es una gran fuente de riqueza y bienestar social, no solo dando trabajo a la población, si no también proporcionando alimentos y haciendo más accesibles todos los bienes importados.
En este objetivo todos los sectores de las industrias marítimas se unen luchando por dar más oportunidades a la población, permitiendo el desarrollo de nuestra sociedad.
El Transporte Marítimo permite mover grandes cantidades de alimento por el mundo, pudiendo propiciar una correcta distribución de los recursos entre diferentes zonas del globo.
Además, mediante el uso de la Acuicultura, es posible crear una fuente de alimento sostenible y de fácil acceso. Es por ello por lo que la Acuicultura está señalada como uno de los sectores clave para el desarrollo sostenible dentro de la Economía Azul.
Los mares y océanos contienen una gran riqueza de organismos de los cuales apenas sabemos nada. Mediante la Biotecnología Marina se pretende conocer y estudiar más a fondo estos organismos para lograr el desarrollo de nuevos fármacos y la síntesis de sustancias que permitan abrir nuevos caminos y superar los grandes retos de la medicina actual.
También hay presencia de Ingenieros Navales y Oceánicos en el sector de la educación, estando casi todos ellos en la Educación Universitaria. Ellos son los encargados de formar a las nuevas generaciones de ingenieros, educándoles para afrontar los retos de su generación.
En la etapa laboral, además, es común que las empresas del sector sigan formando a sus empleados con cursos y trainings, permitiendo a sus trabajadores conocer y operar con las últimas herramientas y avances del sector. El objetivo es promover el desarrollo personal y el poder alcanzar nuevas metas sin importar la edad o la condición.
Cada vez más mujeres eligen estudiar para ser Ingenieras Navales y Oceánicas llegando a haber un porcentaje casi parejo de estudiantes, cosa no tan corriente en otras carreras.
Poco a poco van quedando más atrás los viejos modelos jerárquicos y es más corriente ver a mujeres ocupando cargos directivos y de responsabilidad. Pese a ello hay que seguir trabajando en la igualdad con el objetivo de que trabajen en cada puesto las personas más cualificadas para ello, independientemente de su sexo.
Desde siempre, uno de los recursos más importantes en los viajes marítimos ha sido el agua potable. El disponer de agua limpia a bordo para su uso y consumo es una de las prioridades de cara a la habilitación de las embarcaciones.
En los últimos tiempos, con el objetivo de eliminar los vertidos de residuos, también es obligatorio disponer de sistemas de tratamiento de las aguas residuales y del agua de lastre de manera que esa agua pueda ser reutilizada o vertida al océano sin causar ningún impacto al medio.
Todo esto ha hecho a la Industria Auxiliar Naval ser capaz de desarrollar sistemas para potabilización y tratamiento de agua con un alto nivel de capacidad y rendimiento frente al tamaño. La aplicación y desarrollo de estas tecnologías es clave en la consecución de este objetivo.
Actualmente la Ingeniería Naval y Oceánica está consolidando el uso de los océanos como fuente de Energías Renovables. Cada vez más países apuestan por la creación de parques eólicos marinos y el desarrollo de sistemas para el aprovechamiento de la energía de las mareas y las corrientes.
La inversión en este tipo de tecnologías no solo ha demostrado el beneficio ecológico en forma de generación de energía limpia, sino que también se ha demostrado que, al ser zonas de acceso marítimo restringido, la fauna y flora se ve afectada positivamente.
Por todo ello es por lo que las Energías Marinas están considerados también como pilar fundamental de la Economía Azul.
El Sector Marítimo, posible gracias a la Ingeniería Naval y Oceánica, supone una cantidad ingente de empleo directo, tanto cualificado como no. Engloba tanto al ingeniero de diseño como a los pescadores que, gracias a las tecnologías que se desarrollan día a día, ven como mejoran sus condiciones de trabajo y la seguridad en la mar.
Por otro lado, el Transporte Marítimo está íntimamente ligado al comercio internacional y éste a su vez, al crecimiento económico global. Todos los avances en tecnologías aplicadas a este sector suponen un beneficio directo al crecimiento económico y al bienestar social.
Como cualquier otro sector industrial, el Sector Naval se ve inmerso actualmente en la adaptación de la Industria 4.0, significando una optimización de la cadena de valor. Esto supone una mejor gestión de los recursos, la reducción de los desechos y
Por otro lado, cada vez más empresas y organismos ven en los océanos y la Economía Azul una solución a los problemas de la sociedad, es por ello por lo que aumentan las inversiones en materia de I+D+i aplicado al sector naval: vehículos no tripulados, fabricación aditiva, IA aplicada…
El Transporte Marítimo hace posible la redistribución eficaz de los recursos, uniendo a aquellos países con una mayor riqueza de recursos con aquellos cuya industria es capaz de transformarlos.
Pese a que en una primera aproximación se puede pensar que la Ingeniería Naval y Oceánica no tiene mucho que aportar a este objetivo, si pensamos en las aportaciones que hace en materia de Energías Renovables Marinas, Acuicultura, y la aplicación de tecnologías como los sistemas de purificación de agua, podemos ver que la Ingeniería Naval y Oceánica supone una gran aportación en el abastecimiento sostenible de las ciudades y poblaciones.
Además, en el caso de núcleos con alta densidad de población, la Ingeniería Naval y Oceánica está recientemente aportando nuevas soluciones en forma de viviendas flotantes, mejorando la calidad de vida de las personas.
La Acuicultura, como principal método de producción sostenible de alimentos en el medio marino supone la clave para avanzar hacia un modo de producción responsable, permitiendo redistribuir el peso de la producción de alimento.
El Sector Marítimo es consciente de que su actividad, como cualquier otra llevada a cabo por el ser humano, deja una huella en forma de impacto en el medio ambiente. Es por ello por lo que se lleva trabajando en tecnologías y prácticas que permiten reducir el impacto negativo.
Desde hace unos años la reglamentación en materia de vertidos y emisiones es cada vez más restrictiva obligando al sector a adaptarse, pero aún no es suficiente.
Los Ingenieros Navales y Oceánicos trabajan en la innovación y el desarrollo del sector, aportando nuevas soluciones que sean capaces de minimizar, y en un futuro eliminar, el impacto de las Industrias Marítimas sobre el medioambiente.
El mar y los océanos forman parte fundamental y capital en nuestro sector, permitiendo el desarrollo de todas y cada una de las actividades que llevamos a cabo.
Es por ello por lo que su protección y preservación es imperativo primordial para nosotros.
La Economía Azul tiene como objetivo la preservación y explotación sostenible de los mares y océanos a la vez que ofrece soluciones a los problemas de la sociedad. Para ello se ha identificado a la Acuicultura, el Turismo Costero, la Biotecnología Marina, la Energía Oceánica y la Explotación Minera de los Fondos Oceánicos como actividades clave para el desarrollo de la Economía Azul.
Puede parecer que la Ingeniería Naval y Oceánica no tiene nada que ver con este objetivo, pero nada más lejos, los productos generados gracias a la Biotecnología, así como excedentes provenientes de la Acuicultura o de la limpieza de las playas, pueden ser usados como recursos para enriquecer los suelos.
De igual manera, al añadir la Acuicultura como fuente de alimentos para la sociedad, podemos reducir la cantidad de recursos a consumir provenientes de la agricultura y la ganadería, y con ello devolver parte de la superficie usada por el ser humano de manera intensiva hoy en día.
Hoy en día el sector de la Defensa y Seguridad Marítima hace frente a un buen número de las amenazas que sufre nuestra sociedad. A parte de las tareas de defensa y salvamento también vienen desarrollándose gran cantidad de iniciativas como la vigilancia contra la piratería en aguas internacionales o las operaciones para detener el contrabando por vías marítimas.
El Sector Naval, debido a la magnitud ingente de los proyectos que se suelen llevar a cabo, tiene una cultura inherente de colaboración y creación de consorcios entre diferentes empresas y entidades públicas.
Es por eso por lo que siempre habrá una voluntad de colaboración para sacar a delante aquellas ideas que supongan la consecución de cualquiera de los anteriores objetivos, demostrando el Sector Naval, con los Ingenieros Navales y Oceánicos a la cabeza del desarrollo tecnológico, está comprometido con la sociedad que le rodea.
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